La iglesia parroquial, tiene una sólida arquitectura del siglo XVI: su portada es buena.
Edificio de la primera mitad del siglo XVI, reformada en el siglo XVII.
De espléndida cantería, pues en su construcción trabajaron maestros de la escuela herreriana, entre los que destaca Juan de Nantes. De una sola nave dividida en cinco tramos por contrafuertes con pilastras adosadas, en la que destacan la cabecera, el crucero y la torre. En el interior se conserva un rico mobiliario de retablos en el que predomina el estilo rococó.
Podemos resaltar la joya de la iglesia, el retablo mayor de Ventura Ramos, con la estatua sedente de la Asunción, obra tardía de dicho autor.
Encontramos también otros retablos del mismo estilo y posiblemente atribuibles al mismo autor. En uno de ellos han sido aprovechadas pinturas del siglo XVI: la Adoración de los Magos, la Piedad, y el Calvario.
Destaca también, una pieza de excepción (frente a la puerta principal), el sepulcro gótico con estatua yacente, cuya inscripción de letra gótica está borrosa, de Don Pedro Fernández Bravo, quien dejó sus bienes al pueblo de Cabezón. A 4 km de la villa enseñan todavía los agradecidos hijos del pueblo las reunías.
Fue criado del Papa Gregorio XI. Bravo era sacerdote, indicándolo así la estola y algunos otros particulares. Es, pues, indudable que la indumentaria de la estatua es eclesiástica.
Destacamos también el magnífico órgano barroco de caja policromada de más de seis metros de altura en el coro.
En uno de los retablos laterales se encuentra una extraordinaria talla del siglo XIII, que representa la Virgen del Manzano.
Fuente: http://www.cabezondepisuerga.es
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